UltraFit empezó como un sueño entre dos jóvenes, Manu Goddoy, un chico de 19 años que estudiaba un grado superior de Físico Deportivo en Artà, y Esther Mascaró, una chica de 17 años que estudiaba un grado medio de Actividades Comerciales.

Nosotros dos íbamos juntos al mismo gimnasio ya que éramos amigos y durante unos años, UltraFit solo era un sueño.

Después de un par de años, cuando ambos éramos mayores de edad y habíamos terminado nuestros estudios, decidimos poner en marcha nuestro propio negocio, ya que había muchas cosas en el gimnasio al que íbamos que no nos gustaban o necesitaban un cambio.

Así empezó la idea de UltraFit. Nos sentamos y nos pusimos a pensar en lo que nuestro gimnasio necesitaba para ser todo lo que una persona buscara. Propusimos clases personalizadas, entrenadores personales, nutricionistas y clases especiales para personas que se preparan para oposiciones.